Primer Discurso

Queridos lectores, webeadores, internautas, damas, caballeros, señor ministro de ahorro postal y demás autoridades presentes. Los he citado aquí en este preciso momento para decirles que yo se, y quisiera que ustedes sepan así como se que algunos saben que yo se y no les conviene que ustedes sepan, que hay algunos sectores que están haciendo fuerza para desestabilizarnos. Son oscurantistas modernos, tienen a su servicio piratas del asfalto cibernético ¡que me están haciendo cosas raras! Yo pongo la dirección de la página ahí en ese cosito donde uno después le da enter y aparece toda la parafernalia y a veces anda y ¡a veces no! Ésto es obra de aquellos malditos elitistas que quieren arancelar el flujo de información por la red, porque se ven amenazados y todos sabemos, porque todos sabemos, que le estamos metiendo el dedito... ¿eh? Les resulta molesto y/o incómodo el hecho de que nosotros ejercemos el legítimo derecho a comunicarnos libremente y quieren vulnerar nuestra libertad, así como violan cada ley, artículo, normativa y/o decreto y/o/u ordenanza que les presenta una traba en sus turbios tejes y manejes. ¿Entonces a donde nos quieren llevar? Quieren llevarnos a tener que pagar dinero del sudor de nuestra frente para levantar o elevar un servidor propio en la red que luego ellos jaquearían sin más ni más para que luego tengamos que gastar en seguridad informática avanzada y entonces así debilitar nuestra posición económica y por ende nuestra credibilidad frente a ustedes personas alfabetizadas y con un cierto uso de la razón que andan por ahí revoloteando en el éter como estééé... un barrilete. Quieren cortarles la soga al barrilete que son ustedes para que luego así se los lleve un viento de poder patagónico y terminen encajado en un iceberg que luego hundirá algún barco que ande por la casilla D4, agua. Ni que hablar si justo estamos hablando de la embarcación esta que ocupa cuatro cuadraditos, el General Belgrano. Con este tipo de acciones estan minando nuestro patriotismo y sentir nacional, porque yo me pregunto ¿qué es el patriotismo? ¿Andar vestido de blanquiceleste S.A. con un bombo y gritando "Viva Perón"? ¿Es matar un chileno? ¿Es manifestarse para que vuelva el 1=1 y entonces podamos así elevar nuestro poder adquisitivo y luego poder adquirir nuestro televisor de lasershot de 43 pulgadas plano con palanca al piso? ¿Es atacar al más villano sin más armas en la mano que un diez en la camiseta? ¿Es llenar el cuenco de nuestros ojos con lo más frágil de la locura? O tal vez ¿buscar a Julio López? ¿Hacer lo qué hacía Pocho? ¿Romper todo? Y me viene a la memoria aquella fábula del cacique tehuelche de quien se contaba que cierta vez había emprendido un viaje desde la Cueva de las Manos con destino al territorio de otra tribu que estaba asentada en lo que hoy es El Chaltén, a lomo de guanaco. Y habiendo andado 123 leguas el cielo se oscureció en un de repente y apareció una serpiente mirandolo fijo para hipnotizarlo. El cacique se apeó, se arrodillo ante ella para quedar frente a frente y la mirarla directo a los ojos en un temerario desafío, cuando estuvieron así situados la serpiente le dijo con voz profunda y maloliente como un bife rancio "el que se rie primero pierde". Y que importante esta fábula en estos tiempos que corren donde son todos como la misma mierda y han perdido en su inmensa mayoría de mitad más uno o por ballotage el sentido lúdico y estanciérico.