28.9.12

Revolution

El siguiente relato se desprende de una charla matutina de bondi al laburo con el se~or Hernan E. Dicho se~or no solo no se encontraba en el bondi, sino que tal vez ni siquiera estaba yendo a yugar. La charla fue posible gracias a estos nuevos artefactos que le permiten a uno incomunicarse con otro a distancias grandes como la gran puta.
Le manifestaba yo mi enorme sorpresa al observar un afiche en el cual se promocionaba la actual gira de The Wailers, la cual han osado llamar "Revolution Tour" (!) aparentemente sin un dejo de verguenza. Nos vienen a vender la revolution estos muchachos que hace 50 a~os andan colgados del miembro de Bob Marley.
Justamente le hablaba de esto al sr. Hernan ya que en una ocasion el mismo habia dejado entrever que le gustaba un tema de reggae, el primero, los demas son todos iguales.
Mire colega, me decia, revolution significa tambien vuelta. Tal vez estos muchachos tan tibios que ni siquiera lucharon por la independencia de su pais, se refieren al eterno retorno de lo mismo, ese que le gusta a Nietzche.
Que lo pario, lo que es saber el idioma y la filosofia... Uno por ahi prejuzga por ignorante, ¿vio?

6.3.12

5 medidas para adecuar la educación pública

A continuación les presento cinco medidas que yo tomaría si asumiera funciones públicas para poner a la educación en el lugar que se merece.


1 - Equipar a las escuelas con computadoras personales de ultimísima tecnología, a los alumnos con notebooks e instalar wifi hasta el más recóndito recoveco de cada establecimiento.
Todos los insumos y servicios provistos por empresas que sean de mi confianza. No para garantizarme retornos económicos y hacer mi vida mas relajada, como algunos desestabilizadores señalarán. Sino para tener plena seguridad de que el material sea de buena calidad.

2 - De algún lado tendría que salir el presupuesto para el punto "1". Simple, rebajas salariales a los docentes y tomando una porción de sus dietas cuando faltan a clases. Esto no afectaría a la calidad educativa, porque los verdaderos docentes tienen algo llamado vocación, que les permite enseñar aunque no sean cumplidas sus necesidades básicas. Los que no tienen vocación simplemente son unos hippies (se pronuncia jipis) miserables que sólo están en el tema por la obra social, las vacaciones y sólo 20 horas semanales de trabajo.

3 - Fomentar la educación privada.
No podemos dejar que los hijos bien como los nuestros, se vean influenciados por ese profesorado hippie, a quien claramente el dinero no le importa (sino no estaría ejerciendo esa profesión). Como todos sabemos, ese tipo de enseñanza fomenta el marximo y tal vez, aunque no está comprobado, la homosexualidad entre personas del mismo sexo.
Por otra parte nuestros hijos podrían tener que sufrir la convivencia codo a codo con seres inferiores, como los hijos de nuestros sirvientes, ya sean porteros, mayordomos, albañiles, o incluso quienes pasean nuestros perros o limpian nuestra pileta. Estoy hablándoles de la clase obrera, damas y caballeros ¡imaginen ustedes la ignominia! No quiero abrumarlos, pero piensen ustedes que esta gente... podría ser incluso ser nativa de países limítrofes, que no son el nuestro...

4 - Reformar los planes educativos.
De manera tal que en las escuelas públicas no se enseñe un programa demasiado complejo y largo. De nada vale entretener a nuestros futuros sirvientes con contenidos que en nada los beneficiarían, por ejemplo, cuando preparen un pancho en un carrito. Cada año que les hacemos perder en la escuela es un año menos de vida útil de un obrero no calificado que bien podría estar limpiando nuestra vereda.

5 - Incentivos.
Es proverbial en la cultura argentina la avidez por la ventaja.
En el presupuesto educativo, estaría contemplada una cierta caja chica, para que el docente pueda ofrecerle a los alumnos un cierto beneficio a cambio de su estudio. "Rodríguez, hay un diego si recita bien la tabla del 3". Este esquema, a diferencia de otros que se eligen en forma arbitraria y vana, sería de utilidad por ejemplo si el estudiante planea convertirse en un agente de seguridad o de control.