1.4.07

Adios tractor, adios

Es vox populi a esta altura la trágica decisión del Gonzo, quien puso a la venta el tractor. Con gran pesar hemos de despedirnos de la bestia metálica, maravilla de la ingeniería automotriz que tantas satisfacciones nos ha proporcionado. Nos ha llevado a lugares donde ningún otro vehículo podría jamás sin sufrir daños irreparables. Sobre sus sencillos asientos hemos compartido largas charlas, cortas cervezas, encarnizadas disputas y diversos wesemenes.
Creo desde mi humilde punto de vista, que lo mínimo que se merece esta nave es un buen homenaje, para lo cual solicito a los lectores conocedores del sistema que aporten anécdotas jugosas, como esa ocasión en la cual sus voraces 8 cilindros consumieron la totalidad del gasoil disponible y tuvimos que alimentarla con un par de botellas de gaseosa para seguir rodando. O sin ir más lejos aquella vez que me piso la cabeza con uno de sus monumentales neumáticos.

Cuando Gonzo notó que finalmente pude asimilar la desafortunada noticia me pidió que piense en un reemplazo, tarea nada fácil. ¿Cómo llenar el inmenso vacío que va a dejar su ausencia?
Yo creo que la echaremos de menos por siempre, sin embargo, si existe algo que pueda mitigar el dolor, debe parecerse mucho a esto:

2 comentarios:

El Gonzo dijo...

Me llena de alegría entrar a puedesverlo.com.ar y encontrarme con este post dedicado a la más grande del poblado.
No se piensen que es tarea fácil deshacerme de semejante tema sin antes humedecer de lágrimas su gastado volante. Pero en la vida un hombre tiene que hacer lo que un hombre tiene que hacer. Es imposible para mi pequeño bolsillo alimentar bestia tan grande, que con 11 años de edad, presenta problemas que superan los números que acostumbro a manejar.
Infinidad de anécdotas desfilan por mi mente, algunas de ellas incontables. Pero podemos empezar con la anécdota número 1.
ANÉCDOTA N° 1: EL DÍA DE LA ADQUISICIÓN.
Fue en octubre del 96, cuando le propuse a mi papá lavarle el auto (un Renault 18 modelo 86). Mi intención no era ganar unos pesos, ni nada de eso, solo tenía ganas de ver el auto limpio. La respuesta de Alvarito a mi propuesta fue una contrapropuesta: -Acompañame!-
“A la puta” pensé yo, pensando en que mi persona estaba en problemas. Nos subimos al 18 y el acostumbrado silencio no me aportaba mayor información. De modo que solo me pude dar cuenta de lo que estaba sucediendo una vez que llegamos al lugar: “Picone Automotores”.
En otrora, Alvarito, me había manifestado el deseo de adquirir una Land Rover Defender, de modo que las ideas iban cerrando. Y de hecho… cerraron.
Ese día dejamos un Renault 18 y nos fuimos en el conocido tractor. Y fue ese mismo día, en el que obtuve mis primeras clases de manejo. Demasiadas emociones juntas.
Los primeros años de “La Land” fueron gloriosos. No existía obstáculo que no pueda ser superado… el planeta nos quedaba chico y el gasoil costaba 45 centavos el litro!!
No quiero explayarme más… por que de esa manera entraríamos en la anécdota número 2, y no es cuestión de contarlas todas juntas.

Anónimo dijo...

Yo tengo una anecdota....: Recuerdo una vez ke estando en mi casa me llama Gono y me dice.. "Ke hacemos hoy?" A lo ke le digo "No se... algo tranki. Come y venite". Entonces cuando vino,le digo "Si tomamos unas birras.. Una birra, dos birras, cuantas birras queres?" A lo que fuimos a comprar un o dos... Y entonces llego un mensajito de NAcho, lo fuimos a buscar y de ahi fuimos a dar una vuelta por la ria. Pusimos musica en las piedritas, y birra va, birra viene, los muchachos se entretienen... Horacio A Cavallo! Y eso es lo ultimo ke recuerdo...