9.6.10

La contracumbre

En estos tiempos mundialistas que corren uno se sube al bondi y el chofer le habla de fóbal, abre el capó y las bujías chamullan de la redonda, prende la radio y escucha un tango que dice que a la pecosa le gusta el baile. Mas que no cunda el pánico estimados lectores a quienes el aludido deporte les importa un rábano, pues han de saber ustedes que puedesverlo.com.ar se erguirá como último bastión anti fútbol. Por cada hora televisiva dedicada al evento que surque el éter nacional, aquí, ustedes que reniegan del popular balonpié, encontrarán tres párrafos comentando las últimas tendencias en artes plásticas. Yo les digo que a cada sesenta minutos que esos fanáticos de los gajos de cuero nos taladren los oídos por la radio, en este sitio habrán de encontrar en texto todos los devenires de los últimos partidos de Lacrosse y la liga americana de béisbol. Cada vez que Araujo diga una frase fuera de lugar, aquí encontraremos instrucciones para hacer origami. E interminable cantidad de etcéteras, que permitan enarbolar el presente blog como el último blasón de resistencia contra el mundial de fútbol Sudáfrica 2010.
Nah mentira, los que no quieran saber nada con el fúlbo que se encierren en una caja de fósforos y se echen a flotar al mar hasta que termine todo el asunto, amargos pechofrío.

3 comentarios:

CjB dijo...

mmm ya me estaba entusiasmando :S
;)

Unknown dijo...

El mundial se acaba cuando la selecion nacional keda ajuera! Lo ideal seria que salga campiona! Salgamos todos campiones! Hay que apoyar! Pappo los apoya desde el cielo!

Masillafresca dijo...

Ya se me hacia raro escuchar tales calumnias en contra del fulbol.

Pensé, esta bien que la desdicha del descenso haya calado hondo y que tu interés por el fútbol se hizo añicos. Pero si hay algo que reúna hinchas de todos los colores e índoles, renovando interés por la bocha así como relegando problemas y problemáticas, es ver al seleccionado nacional luego de 4 años, donde las ganas por ver el esférico rodar crecen exponencialmente así como los postergados y recurrentes sueños de repetir los logros y hazañas de un México 86.